
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones que causan un malestar significativo y que en función de su gravedad a menudo produce una interferencia importante en la vida de la persona afectada.
Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes, involuntarios y contrarios a la moral o a los deseos de la persona, que son intrusivos, se experimentan como inapropiados o inquietantes y producen ansiedad. Estas obsesiones a menudo se relacionan con temas como la contaminación, la seguridad, la religión, el sexo, el orden y la simetría, entre otras.
Las compulsiones son conductas repetitivas que la persona realiza en respuesta a las propias obsesiones, con el fin de reducir la ansiedad o el malestar que le producen. Estas conductas pueden incluir lavarse las manos con excesiva frecuencia, revisar repetidamente si las puertas están cerradas o los electrodomésticos están apagados, llevar a cabo rituales como contar o repetir palabras o frases en la mente, entre otras. Las compulsiones pueden ser conductuales y, por lo tanto, observables, pero también pueden ser cognitivas o encubiertas, puesto que la persona las hace mentalmente y son más difíciles de identificar.
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) puede afectar personas de cualquier edad y género, y puede variar en su gravedad y frecuencia de un individuo a otro. El diagnóstico del TOC se lleva a cabo mediante una evaluación psicológica y el análisis funcional del problema. El tratamiento puede incluir terapia cognitivo-conductual, tratamiento farmacológico o una combinación de ambos.
La terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es el tratamiento de elección para el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). La TCC para el TOC implica la identificación y el análisis de las obsesiones y las compulsiones, el desarrollo de estrategias para interrumpir el patrón de respuesta de las compulsiones, y el aprendizaje de habilidades para gestionar la ansiedad y la preocupación mediante psicoeducación sobre el trastorno. La TCC para el TOC a menudo incluye la terapia de exposición con prevención de la respuesta, en la cual se expone al paciente a situaciones o estímulos que desencadenan la ansiedad o las obsesiones, mientras se evita la realización de las compulsiones con el objetivo de descondicionar la respuesta de ansiedad.
Con relación al tratamiento farmacológico, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) e inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina (IRSN) son los medicamentos recetados habitualmente para el TOC. El enfoque del tratamiento dependerá de la gravedad de los síntomas, la preferencia del paciente y del profesional de la salud mental.
Es importante buscar ayuda profesional si se sospecha de TOC, ya que el tratamiento puede reducir significativamente los síntomas y mejorar la calidad de vida.